Las fiestas patrias en Chile son sinónimo de alegría, tradiciones y, por supuesto, juegos típicos que unen a las familias y amigos. Este 18 de septiembre, en lugar de comprar los juegos, ¿por qué no hacerlos tú misma? Crear juegos dieciocheros no solo es una forma entretenida de celebrar, sino también una actividad perfecta para hacer con los más pequeños, fomentando su creatividad mientras conectan con nuestras tradiciones.
En este artículo, te proponemos algunas ideas sencillas para que lleves la fiesta a tu casa, haciendo juegos que sumen a la diversión de las celebraciones de rigor. ¡Vamos con eso!
- Trompo. Es uno de los juegos más tradicionales de Chile. Para hacer una adaptación que puedan usar los más pequeños, necesitas un círculo de cartón grueso, decorado con pintura acrílica o marcadores de Artel. Este círculo será la base del trompo. Luego, perfora un pequeño agujero en el centro e inserta un lápiz o palo de madera para que actúe como el eje. Asegúralo bien con pegamento resistente y deja secar. Una vez listo, ¡a girar! Para aumentar la entretención, haz de diferentes tamaños y diseños.
- Remolinos de viento. Son ideales para aprovechar las brisas de septiembre. Corta un cuadrado de cartulina en los colores patrios (blanco, azul y rojo) y decóralo con glitter o lentejuelas. Desde cada esquina, corta líneas en diagonal sin llegar al centro, luego dobla las esquinas hacia el centro y fíjalas con un clavo al extremo de un palito de madera. Este simple proyecto se convertirá en un remolino perfecto para que los niños disfruten corriendo bajo el cielo primaveral.
- Emboque. Es un juego que desafía la puntería, y se puede hacer fácilmente con materiales reciclados. Toma un recipiente pequeño, como un vaso de yogurt, y átale una cuerda con una bolita en la punta. Puedes decorar tanto el vaso como la bola con pintura acrílica, creando diseños que reflejen los colores de Chile o personajes chilenos. Este juego es perfecto para los más pequeños, ayudándolos a mejorar su coordinación mientras se divierten.
- Pesca milagrosa. Para recrear la clásica “pesca milagrosa”, necesitas peces hechos con goma eva. Cada pez tendrá un gancho metálico pequeño que se adjunta en la parte superior. Como caña de pescar, puedes usar un palo con una cuerda que tenga un imán en la punta, que permitirá a los niños atrapar los peces. Esta actividad es ideal para desarrollar la coordinación mano-ojo, además de ser una de las favoritas de los niños.
- Carrera de sacos. Este clásico juego siempre es garantía de diversión. Personaliza los sacos de arpillera con pinturas para tela de Artel, decorándolos con banderas chilenas, copihues o símbolos patrios. Así, los niños podrán competir con sacos que no solo cumplen con la funcionalidad del juego, sino que también representan el espíritu dieciochero. Asegúrate de tener suficiente espacio y premios para los ganadores, ya que esto añadirá emoción a la competencia.
- Derribar los tarros. Recolecta latas de conservas y pídele a los niños que las decoren usando pintura, papel o incluso goma eva, con colores que representen a Chile. Una vez decoradas, apílalas en forma de pirámide y crea una bola suave con medias viejas o lana para derribarlas. Este juego clásico es fácil de armar y puede ajustarse en dificultad según la distancia de lanzamiento.
- Palitroques. En lugar de los palitroques tradicionales, utiliza botellas plásticas recicladas. Decóralas con pintura acrílica o forra con papeles de colores. Rellénalas con un poco de arena para darles estabilidad. Luego, usa una pelota pequeña para derribarlas. Es un juego ideal para practicar puntería y pasar un rato agradable en familia.
- Luche. Te proponemos su versión portátil para no rayar las calles: dibújalo en una lona grande o un pedazo de cartulina gruesa, usando pintura para decorar los cuadros y los números. Este juego no solo es entretenido, sino que también fomenta el equilibrio y la coordinación en los niños, y lo mejor es que se puede usar tanto en interiores como en exteriores.
- Máscaras. Recrea personajes típicos de Chile, como huasos, “chinas”, mapuches o personajes históricos. Usa platos de cartón como base, que luego puedes pintar con los colores que desees. Añade detalles como bigotes, cintas y sombreros hechos de papel o cartulina para que cada máscara tenga un toque personalizado. Es una excelente oportunidad para que los niños aprendan sobre la cultura chilena mientras se divierten decorando sus máscaras.