¿Te ha pasado que cuando vas a buscar a tu hij@ al colegio o jardín, la profesora te dice que se porto increíble?
Pero llegan a la casa algo pasa que hace una tremenda pataleta.
Los niños durante todo el día reprimen las emociones, se aguantan y cuando llegan a un lugar seguro, con personas que lo contienen, es ahí donde sienten la libertad y confianza de expresar sus emociones.
Es muy importante que como papás o cuidadores seamos contenedores, darles la confianza de poder expresar lo que sienten, de validar las emociones tanto positivas como negativas.
¡Así le estaremos entregando seguridad y autoestima a nuestros niños!
Una buena forma de trabajar esto, es utilizando arcilla o greda Artel, en donde puedes comenzar amasando, presionando y dándole forma a sus emociones, para finalmente poder construir un volcán y verlo hacerlo erupción con bicarbonato de sodio y vinagre.